EL FENÓMENO DEL NIÑO
El fenómeno natural del Niño que de tiempo en tiempo causa cambios climáticos en la Tierra tiene origen en el deslocamiento de una masa de água caliente que normalmente merodea las playas australianas. Esa masa, impulsionada por el viento, leega hasta la costa de América del Sur e influye en el clima de todo el Continente.
El nombre viene del Niño Jesus en castellano, porque el fenómeno normalmente ocurre cerca de la Navidad. Fue observado por primera vez en el siglo XVIII, pero solo empezó a ser estudiado en la década de 80. Nuevas secuencias de fotos hechas por el satélite estadounidiense Topex-Poseidon, del Laboratório de Chorropropulsión de Pasadena, revelan que el Niño de este año es todavía mayor que se pensaba, y que ha crecido repentinamente. En solo tres semanas, entre el 17 de marzo y el 6 de abril del año pasado, la masa de água caliente triplicó en
tamaño, ya ocupando cerca de 14 millónes de quilómetros cuadrados.
Estudios anteriores previan que este sería el peor Niño en 150 años, pero estas nuevas fotos muestran que será aún peor que las previsiones. Eso explica el calor fuera de época que causó temperaturas de 33 grados en Porto Alegre, en el extremo sur de Brasil, en el medio del mes de agosto. La vez anterior en la cual el Niño apareció con gran intensidad, entre 1983 y 1984, la Región Sur de Brasil fue devastada por inundaciones, y el Nordeste tuvo una de sus peores secas.
El año pasado, el fenómeno fue culpado como el responsable por desastres como el huracán Winnie, que mató 200 personas en las Filipinas, China y Taiwan, por la seca australiana, y por la inundación que desabrigó 60.000 personas en las Filipinas.